La realidad en México es que, hablando de inversiones, hay muchas áreas de oportunidad, ya que hay muy pocas personas que llegan a tener una buena estrategia y una verdadera paz financiera en sus distintas etapas de vida.
Una de las tendencias ha sido consumir y gastar en vez de invertir para generar activos y crecer un patrimonio.
La poca tolerancia al largo plazo en las inversiones en vez de apostarle a la disciplina y a la constancia, también ha sido un factor clave en no invertir.
Cuando me preguntan por qué invertir mi respuesta es para que tengas libertad financiera. Una manera de poner a trabajar tu dinero de manera productiva y estratégica hace que puedas tener más recursos que pueden ser clave en crisis financieras, crecimiento de tu familia, aumento de tu nivel de vida, seguridad en etapas menos productivas y mayor estabilidad económica, hacerte de más activos para que el dinero trabaje para ti y no al revés.
También hay muchos amigos y clientes que me dicen que las inversiones no son para ellos, cuando en realidad invertir también significa comprar un terreno, apostarle a un negocio propio o a alguna sociedad, emprender.
Las inversiones implican mucho a considerar, dinero del que dispongo, para qué lo quiero, cuánto tiempo estaría dispuesto/a a dejarlo trabajar, a perderlo, a no tener liquidez para que llegue a su máximo potencial.
La realidad es que muchas de las personas que logramos alcanzar nuestra libertad financiera es porque vivimos por debajo de nuestros ingresos y somos selectivos en nuestros gastos, porque nos gusta invertir y crecer nuestro dinero, porque no nos gusta el desperdicio ni tampoco perder.
La edad es un factor valioso, mientras más joven empiezo a invertir, más posibilidad tengo de tomar riesgos y de ver frutos a largo plazo, también de que crezca más mi dinero en etapas en donde posiblemente lo necesite para crecer aún más.
Invertir es crecer, y crecer no tiene sentido cuando no sabemos hacia dónde vamos. Crecer toma mucho sentido cuando sabemos qué queremos lograr y cuáles son nuestros verdaderos valores que se transfieren a nuestras decisiones financieras.
Para invertir se requiere de objetivos claros y de mucha constancia.
La libertad económica es uno de los deseos más grandes del ser humano, sin embargo, cuando se trata de establecer límites con nosotros mismos en aspectos financieros, en muchas ocasiones no los sabemos poner.
Hay ciertas reglas y caminos que hay que seguir para que esto funcione: generar más ingresos, administrarlos, invertirlos, generar más excedentes, reinvertirlos y en el inter disfrutar mucho de tu experiencia de vida. ¿Suena complicado? No lo es tanto cuando se busca ese balance, ese balance que se requiere entre pasársela bien hoy, pero también apostarle al futuro, a un futuro mejor y una mejor calidad de vida.
Para concluir te comparto unos pasos a seguir para convertirte en inversionista:
- Analiza y crece tu cultura financiera.
- Conoce los diferentes productos, planes y estrategias en donde puedes invertir.
- Conócete con respecto al dinero y a tu tolerancia al riesgo y al tiempo.
- No te desesperes al invertir, sigue siendo constante, con disciplina y mucha paciencia.
- No inviertas en algo que no conoces.
- Establece un presupuesto para invertir, y cúmplelo.
- Invierte hoy porque existe más riesgo al no hacerlo. ¡Es más fácil de lo que crees!
¡Hasta pronto!